¿Es Justo Decir que el Significado de Génesis es Claro y que se Rechazan la Creación y el Diluvio Porque Entran en Conflicto con el Consenso Científico Actual?

Responde el Dr. Richard M. Davidson

El libro de Génesis es muy claro con respecto a la literalidad de la semana de la Creación y del Diluvio global. Muchos aspectos en el texto del Génesis indican que el relato de la Creación se redactó para ser tomado como literal.[1] Los aspectos más destacados son:

1. El género literario de Génesis 1-11 es “narrativa histórica”, denotando un relato literal e histórico de la Creación.

2. La palabra “generaciones” (hebreo toledoth), que estructura los relatos de la Creación y el Diluvio (Gn 2:4; 6:9), así como las otras secciones de Génesis (13 veces en el libro), es un término genealógico que se usa para describir de manera precisa el tiempo y la historia.

3. La frase “tarde y mañana” en la conclusión de cada uno de los seis días de la Creación define claramente la naturaleza de los días de la Creación como literal.

4. La palabra “día” (hebreo Yom) se combina con un adjetivo numérico (“un [primer] día”, “segundo día”, “tercer día”, etc.) en la conclusión de cada uno de los seis días de la Creación, y esta expresión combinada aparece siempre en la Escritura (359 veces) refiriéndose a días literales.

En cuanto a la claridad de Génesis 1 sobre la literalidad de la semana de la Creación, el teólogo del Antiguo Testamento Gerhard Hasel señaló: “El autor de Génesis 1 no podría haber utilizado maneras más amplias e inclusivas de expresar la idea de un ‘día’ literal que las que eligió”.[2] Otro erudito escribe con respecto a los días de Génesis 1, “es extremadamente difiícil llegar a la conclusión de que hubiese otra intención que no fuese la de un día de veinticuatro horas. No es el texto el que hace que la gente piense de otro modo, sino los deseos de armonizarlo con la ciencia moderna”.[3]

Del mismo modo, numerosas evidencias bíblicas conducen a la firme conclusión de que Génesis 6-9 se refiere a un Diluvio universal. En la narración bíblica del Diluvio se emplean más de treinta expresiones contundentes y explícitamente universales, la mayoría de las cuales se remontan al lenguaje universal de la Creación en Génesis 1-2.[4] Una gama tan amplia de expresiones universales hace que sea difícil imaginar qué otra cosa podría haber hecho el escritor bíblico para aclarar el alcance global del Diluvio.

Estas conclusiones con respecto a la visión bíblica de los orígenes son reconocidas por prácticamente todos los principales estudiosos críticos liberales del Antiguo Testamento (quienes no aceptan el relato bíblico como normativa para el presente y por lo tanto no se sienten obligados a armonizar la Biblia con la ciencia moderna). James Barr, el fallecido profesor de hebreo de la Universidad de Oxford, lo resume de la siguiente manera: “Por lo que yo sé, no hay ningún profesor de hebreo o Antiguo Testamento en ninguna universidad de reconocida categoría que no crea que el/los escritor(es) de Génesis 1-11 pretende(n) transmitir a sus lectores las ideas que (a) la Creación tuvo lugar en una serie de seis días, que fueron los mismos que los días de 24 horas que ahora experimentamos, (b) las cifras en las genealogías de Génesis proporcionaban una sencilla cronología desde el principio del mundo hasta épocas posteriores de la historia bíblica, (c) el Diluvio de Noé se entendía como universal y extinguió toda la vida humana y animal a excepción de aquellos en el arca”.[5]

Son principalmente los estudiosos conservadores de la Biblia y otros que dicen creer en la autoridad de la Biblia, y que también desean aceptar el consenso científico actual con respecto a los orígenes, que a menudo tratan de encontrar algún otro sentido aparte del histórico-literal en los relatos de la Creación y el Diluvio.


REFERENCIAS:

[1] Richard M. Davidson, “El relato de los orígenes en el Génesis,” en El Dijo y Fue Hecho: La Creación en el Antiguo Testamento , ed. Gerald A. Klingbeil (Pacific Press, 2015; traducción, Libertador San Martiín: Universidad Adventista del Plata; Montemorelos, Nuevo León: Adventus, Editorial Universitaria Iberoamericana, 2017), 37-84.

[2] Gerhard F. Hasel, “Los ‘días’ de la Creación en Génesis: ¿Son ‘Días’ Literales o ‘Períodos’ Figurados de Tiempo?”. Ciencia de los Orígenes 40,41 (1995): 1-6.

[3] John Walton, “Genesis”, en The NIV Application Commentary. Grand Rapids (Michigan): Zondervan, 2001, 81.

[4] Véase Richard M. Davidson, “The Genesis Flood Narrative: Crucial Issues in the Current Debate,” Andrews University Seminary Studies 42/1 (2004): 49-77.

[5] James Barr, carta personal a David C. K. Watson, 23 de abril de 1984, publicada en el Boletín de la Creation Science Association de Ontario, 3/4 (1990-1991), “Evolution, neutrality, and antecedent probability: A reply to McMullin and Van Till,” en Intelligent Design Creationism and Its Critics: Philosophical, Theological, and Scientific Perspectives , ed. Robert T. Pennock. Cambridge (Massachusetts): MIT Press, 2001, 217.

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