Por Raúl Esperante
La teoría de la evolución y la idea de largas edades han dominado la enseñanza y las investigaciones de las ciencias biológicas y de la tierra en los últimos 160 años después de la publicación del libro de Darwin El Origen de las Especies. Sin embargo, en los últimos años estamos viendo cómo los científicos están hallando evidencia que seriamente contradice la teoría. Desde el estudio del ADN y la herencia genética, a la microbiología, al diseño de las biomoléculas, las relaciones ecológicas entre los organismos, y las características de las rocas y fósiles, numerosas evidencias nos muestran que no es necesario invocar lentos procesos de cambio a lo largo de millones de años para generar la diversidad biológica. De hecho, lo que observamos en el mundo vivo y en el fósil puede ser explicado mejor en una perspectiva de acción de un Diseñador Inteligente. En este número presentamos diversas líneas de investigación que nos muestran cómo los científicos y teólogos están descubriendo esta verdad.
