¿Es razonable Creer en una Creación Reciente en Seis Días?

Antes de contestar la pregunta de si es razonable creer en una creación en seis días, reciente, es importante definir sus elementos claves: “razonable” y “creación en seis días, reciente”.

Definiciones

En tanto que la ciencia ha sido relacionada con la "razón" y por lo tanto se espera que sea razonable, el creacionismo ha sido asociado por muchos con la "fe" y por lo tanto parece ser incompatible con algo "razonable".1

Pero la fe bíblica, en este caso fe en la creación, es "razonable" en el sentido de que no es mítica y/o irracional; por el contrario, presenta evidencias históricas (la Biblia es también un documento histórico), naturales y sensatas para sus planteamientos. Aunque es cierto que la Biblia no es un registro científico moderno del proceso de la creación, sino que más bien espera que nosotros aceptemos su registro de la creación por fe (Heb 11:3, 6), no espera que nosotros ejercitemos una fe ciega o simplista.2 Por el contrario, la Biblia brinda un marco y suficientes argumentos para que a través de esta fe quedemos convencidos de que los eventos y elementos presentados por ella son ciertos cosmológica e históricamente.

Leonard Brand y David C. James resumen las evidencias judaico-cristianas sobre la “razonabilidad” (racionalidad) de las Escrituras relacionando los siguientes argumentos: (1) el cumplimiento histórico de las predicciones de las profecías bíblicas; (2) la confirmación arqueológica para las localidades, personas o eventos históricos bíblicos; (3) las ordenanzas de salud mosaicas que eran radicalmente diferentes a las de Egipto, apuntando a una revelación sobrenatural. Estas tres fuentes bíblicas de evidencias pueden ser sometidas a prueba y por tanto refuerzan nuestra consideración de la Biblia como razonable también en aquellas partes de las Escrituras que no son comprobables - una característica atribuible no al carácter pre-científico de la Biblia, sino a las limitaciones de la ciencia.3

Justo Gonzales definió el "creacionismo" como "la respuesta de algunos cristianos conservadores a la teoría de la evolución, que ven como una amenaza para la doctrina cristiana de la creación... De acuerdo con los creacionistas, la historia bíblica... de la creación es científicamente defendible, y hay una diferencia irreconciliable entre la doctrina cristiana de la creación y la teoría científica de la evolución…"4 Una forma de creacionismo, el "creacionismo de seis días recientes", enfatiza que la vida y la organización de este planeta se originaron sobrenaturalmente en el espacio de seis   días, y recientemente (algunos miles en vez de millones de años atrás).5 Por lo tanto, mientras se admita que el planeta Tierra podría haber sido creado en un momento anterior (anterior a Gén 1: 2), se evita adherirse ya sea al creacionismo de una tierra joven, que insiste en que no sólo el planeta rocoso mismo, si no todo el universo, tiene aproximadamente 6,000 años de edad, postulando, por lo tanto, que no hay ningún hiato temporal entre Gén 1:1 y 1:2;6 o a la teoría del "hiato activo", que inserta una descripción especulativa de lo que podría haber ocurrido en el hiato temporal entre los eventos de Gén 1:1 y 1: 2.7

Evidencia Proveniente de Estudios Bíblicos-Teológicos

Entonces, ¿es razonable defender una creación reciente en seis días? Creemos que sí, por varias razones. Las primeras tres serán persuasivas principalmente para aquellos que ya creen en la Biblia, en tanto que las otras podrían ser más pertinentes para los que aún no creen.

  1. El creacionismo de seis días recientes es razonable del mismo modo y en el mismo grado en que la fe en la Biblia es razonable. Es tan razonable creer en el carácter histórico, factual y no mítico del registro de la creación como es razonable creer en otros registros bíblicos, tales como la descripción de la encarnación, resurrección, ascensión, y promesa del segundo advenimiento de Cristo.8 En otras palabras, el creacionismo de seis días recientes es un asunto de fe, pero una fe apoyada por evidencias. El evolucionismo naturalista también es en última instancia fundado   sobre presuposiciones filosóficas (tales como la eternidad de la materia/energía, abiogénesis, uniformitarianismo total, y naturalismo reduccionista). Y así, también busca evidencias para establecer su “razonabilidad” (racionalidad). Por consiguiente, un aspecto importante de esta discusión sobre la racionalidad concierne al grado de autoridad que debe darse a los fundamentos que subyacen al evolucionismo y al creacionismo respectivamente. ¿Son las presuposiciones y/o conclusiones de los científicos evolucionistas más dignas de confianza que las Escrituras? Brand y James, habiendo descrito la relatividad de las teorías científicas por un lado, y la razonabilidad de la fe en la Biblia por la otra, concluyen que “si el naturalismo es falso y en realidad Dios se comunicó con los escritores de la Biblia, tendríamos razón para creer que es más digna de confianza que las autoridades humanas”.9
  2. Hay una conexión entre una interpretación franca del registro de la creación en Génesis y la fecha postulada de la creación. Richard Davidson argumenta de manera convincente que la descripción bíblica de la creación apunta evidentemente a un registro literal e histórico de los eventos descritos, implicando un proceso de creación breve que abarca sólo seis días de 24 horas. Muestra que incluso los eruditos histórico-críticos más cautelosos han insistido en que el escritor de Génesis quería que sus lectores interpretaran el proceso completo de creación de la vida en la Tierra dentro de ese marco de tiempo. La historia de la creación no presenta ninguna señal de lenguaje alegórico o mitológico, por lo tanto no permite la interpretación de “un día-una era” de la semana de la creación.10 También, el cuarto mandamiento del Decálogo (Éxodo 20:8-11) demanda que los días de la creación sean días de 24 horas literales, conectando inseparablemente la celebración del Sabbath o Sábado (y su legitimidad) con esa semana original.11 Por lo tanto, cualquier intento de reconciliar la creación con una visión de la evolución sobre la base de una historia prolongada de la vida sobre la Tierra, tal como la evolución teísta y el creacionismo de la creación progresiva de una Tierra antigua, es ajena al claro propósito de las Escrituras.12

La prolongación de la historia de la vida sobre la Tierra para adherirse a la evolución teísta o al creacionismo de una Tierra antigua está basada en la presuposición de que las genealogías de Génesis son o bien simbólicas o representativas. B. B. Warfield sentó las bases para este enfoque planteando que podemos confiar hasta cierto punto en las genealogías bíblicas que empiezan con Abraham porque tenemos información adicional además de estas genealogías, pero que no podemos hacer lo mismo con las genealogías más tempranas porque "dependemos por completo de inferencias extraídas de las genealogías registradas en los capítulos quinto y decimoprimero de Génesis. Y si las genealogías bíblicas no proporcionan bases sólidas para las inferencias cronológicas, está claro que nos quedamos sin datos bíblicos para estimar la duración de estas edades." Aplicando el estilo de las genealogías de Mateo y Lucas a las genealogías en Génesis 5 y 11, Warfield explicó que "no hay razón inherente en la naturaleza de las genealogías bíblicas de por qué a menudo una genealogía de diez vínculos... no pueda representar un descendiente real de cien, mil o diez mil vínculos".13 Sin embargo, Davidson argumenta concluyentemente que las genealogías de Génesis 5 y 11 contienen dos características especiales que hacen un esfuerzo adicional por demostrar lo contrario, esto es, "que no hay ningún hiato entre los patriarcas individuales mencionados en esas genealogías": (1) “las características entrelazadoras únicas” del texto ("Un patriarca vivió x años, entonces engendró un hijo; después de que engendró a este hijo, vivió y años más, y engendró más hijos e hijas; y todos los años de este patriarca fueron z años") hacen "imposible argumentar que haya hiatos generacionales importantes"; y (2) a diferencia de otras genealogías bíblicas que usan la forma Qal de "engendrar", en Génesis 5 y 11 se usa la forma Hiphil (yalad), que “es la forma causativa especial que siempre en otras partes en el Viejo Testamento hace referencia a la descendencia física directa real, es decir, una relación padre biológico - hijo (Gén 6: 10; Jue. 11:1; 1Crón. 8:9; 14: 3; 2Crón. 11:21; 13:21; 24:3).”14 Por lo tanto, estas genealogías bíblicas excluyen la historia prolongada de la vida tan necesitada por aquellos que quieren conciliar la Biblia con la evolución, y representan una herramienta histórica razonable para postular una edad reciente de la vida en la Tierra.15

  1. Una creación reciente de seis días es consistente con los conceptos bíblico-teológicos de la omnipotencia, la justicia, y el amor divinos. La "desilusión" de Darwin con la noción de un Dios justo y amoroso estaba basada en su rechazo (y evidente mal entendimiento) de la teodicea (teología natural) tradicional que atribuye los sufrimientos actuales de nuestro planeta al abuso de la libertad de la voluntad.16 Pero, si Dios es efectivamente no sólo omnipotente sino también amoroso y justo, entonces es perfectamente razonable que cree y organice la vida en este planeta a través de un proceso corto, inofensivo, y ordenado, porque cualquier cosa menos, como la evolución violenta de la vida durante las prolongadas edades descritas por la teoría de la evolución, sería repugnante a Su naturaleza.

Evidencias Provenientes de Estudios Científicos

  1. La racionalidad de un creación reciente de seis días resulta evidente por el debate sostenido que hace siglos entablaron la ciencia y el cristianismo. El postulado de una historia prolongada para la vida sobre la Tierra surge de los conceptos de la geología uniformista y de la evolución biológica desde un origen común sobre la base de las probabilidades percibidas y la selección natural, desarrollados entre los siglos XVIII y XIX.17 Sin embargo, Ariel Roth demuestra cómo los desarrollos recientes en la ciencia han desafiado cada vez más al uniformitarianismo a favor del catastrofismo global, destacando que la partida comenzó con las observaciones de fenómenos globales como las corrientes de turbidez que causan deposición rápida; aún más revelador es el aumento de teorías recientes que explican la extinción de los dinosaurios a través de una catástrofe global resultado de un asteroide o cometa.18 El surgimiento del neo-catastrofismo, que añade apoyo adicional a los modelos del diluvio explicando los depósitos geológicos en términos de desarrollos rápidos y recientes, ha suministrado el apoyo adicional a favor de una creación reciente.19
  2. La evolución biológica ha tropezado incluso con importantes desafíos de sus propios defensores. Curiosamente, científicos como Stephen J. Gould y Niles Eldredge han promulgado el concepto de equilibrio puntuado para explicar la falta de evidencias para los fósiles de transición.20 Y Michael Denton, sobre una base puramente científica, ha desafiado la validez de los evolucionistas con argumentos que van desde la paleontología hasta la biología molecular.21

En pocas palabras, la teoría de la evolución está lejos de ser un hecho probado, habiendo lugar para la descripción bíblica de la creación como una alternativa razonable.22

Un viejo proverbio rumano dice: “No cambies el gorrión en tu mano por el que ves libre en la cerca”. Tomando en consideración el peso combinado de las razones antes mencionadas, es claramente razonable creer en una creación reciente de seis días.

Georghe Razmerita es Profesor Asistente de Historia Eclesiástica y Teología Sistemática en la Universidad Adventista de África.

REFERENCES

1Cf. Leonard Brand y David C. James. Beginnings: Are Science and Scripture Partners in the Search far Origins? (Nampa, Id.: Pacific Press, 2005), 25, 27; también Norman R. Gulley, "Basic Issues between Science and Scripture: Theological Implications of Alternative Models and the Necessary Basis for the Sabbath in Génesis 1-2," Journal of the Adventist Theological Society (en lo sucesivo JATS) 14 (2003): 195-228, esp. 203-204.

2Véase también Norman L. Geisler, "Faith and Reason," Baker Encyclopedia of Christian Apologetics (Grand Rapids, Mich.: Baker), 239-243.

3Brand y James, Beginnings, 30-32.

4Justo L. Gonzales, Essential Theological Terms (Louisville, Ky.: Westminster John Knox, 2005), 42.

5Ariel Roth, Origins: Linking Science and Scripture (Hagerstown, Ml: Review and Herald, 1998), 316; Richard M. Davidson, "In the Beginning: How to Interpret Génesis 1," Dialogue 6/3 (1994): 9-12. citado el 26 de agosto del 2009, en línea: http://dialogue,adventist.org/articles/06_3_davidson_e.htm.

6Jim Gibson, "Issues in ‘Intermediate’ Models of Origins," JATS 15 (2004): 74-75; Roth, Origins, 341-342.

7Roth, Origins, 316-318, 340-341. Los eruditos adventistas continúan debatiendo la existencia de un “hiato pasivo” entre Gén. 1:1 y 1:2. Marco T. Terreros, "What Is an Adventist? Someone Who Upholds Creation," JATS 7 (1996): 147-149 acepta el hiato pasivo sólo en teoría, pero tiene algunas reservas teológicas, arguyendo que la teoría es impuesta por la ciencia y que no hay necesidad de hiatos en la creación divina. Sin embargo, de acuerdo con Richard M. Davidson, "The Biblical Account of Origins," JATS 14 (2003): 5-10, Gén 1:1 debe ser traducido como una oración independiente, la que entonces no excluye la teoría del hiato pasivo hacia la que él se inclina, aunque sin ser dogmático (Ibíd.., 19-25).

8Brand y Jarnes, Beginnings, 30-32, 27.

9Lamech Liyayo, Ted Peters’ Proleptic Theory of the Creation of Humankind in God's Image: Critical Evaluation (

tesis de doctorado; Silang, Cavite, Philippines: Instituto Adventista Internacional de Estudios Avanzados, 1998) destaca que Ted Peters acepta la posibilidad de un segundo advenimiento histórico de Cristo a base de su fe en la historicidad del primer advenimiento de Cristo, pero que también rechaza infundadamente como no histórico el relato de la creación de Génesis, a pesar de pertenecer a las mismas Escrituras; ver también, Gulley, "Basic Issues," 213. Randall W. Younker, "Consequences of Moving Away from a Recent Six-Day Creation," JATS 15 (2004): 64-65, plantea que para los eruditos "neo-evangélicos" (quienes reinterpretan Génesis en modo no literal) "para ser consecuentes, también deben negar un período patriarcal histórico (Abraham), la estancia en Egipto (Israel en Egipto), el Éxodo (Mar Rojo), Monte Sinaí (Los Diez Mandamientos - el Sábado), la conquista (Jericó), y probablemente la existencia de la monarquía (Salomón y David); incluso la resurrección de Cristo podría ser negada" (el énfasis es suyo).

10Davidson, "The Biblical Account of Origins," 10-19; véase también Gerhard F. Hasel, “The ‘Days’ of Creation in Génesis 1: Literal ‘Days’ or Figurative ‘Periods’/‘Epochs’ of Time?" Origins 21 (1994): 5-38; Jacques B. Doukhan, “The Génesis Creation Story: Text, Issues, and Truth," Origins 55 (2004): 12-33.

11Véase Gulley, "Basic Issues," 212-216, 221-224.

12Para una descripción de esos modelos, véase Gibson, "Issues," 73-87; Roth, Origins, 342-344.

13Véase B. B. Warfield, "On the Antiquity and the Unity of the Human Race," en Biblical and Theological Studies (ed. Samuel G Craig; Philadelphia, Penn.: The Presbyterian & Reformed Publishing, 1968), 240-241.

14Davidson, "The Biblical Account of Origins," 26; consúltese también Gerhard F. Hasel, "Genesis 5 and 11: Chronogenealogies in the Biblical History of Beginnings," Origins 7 (1980): 23-37.

15La aparente discrepancia en la mención de Cainán en Lucas 3:36, un nombre no encontrado en el texto hebreo de Gén 11: 12, puede ser explicada sobre la base del empleo por parte de Lucas de la versión Septuaginta en este punto de la genealogía (Francis D. Nichol, ed., Seventh-day Adventist Bible Commentary [7 vols.; Washington, D.C.: Review and Herald, 1956], 5:723).

16Véase Nigel M. de S. Cameron, Evolution and the Authority of the Bible (Exeter, L.K.: Paternoster, 1983), 50-63. Sobre los problemas de Darwin con el diseño, véase Carta de Charles Darwin a Asa Gray, 22 de mayo de 1860, en Francis Darwin (ed), The Life and Letters of Charles Darwin (2 vols.; New York: Appleton, 1905), 2:105, citado en Neil Messer, Selfish Genes and Christian Ethics: Theological and Ethical Reflections on Evolutionary Biology (London: SCM, 2007), 39.

17Roth, Origins, 197-198.

18Roth, Origins, 199-200; véase también, L. James Gibson. "Contributions to Creation Theory from the Study of Nature," JATS 14 (2003): 147; Harold G. Coffin, Robert H. Brown, y R. James Gibson, Origin by Design (rev. ed.; Hagerstown, Md.: Review and Herald, 2005), 394.

19Roth, Origins, 200-230; véase también, Coffin et al., Origin by Design, 37-43,72-103, 183-194.

20The Columbia Encyclopedia (6th ed.; s.v. "Gould, Stephen Jay"); citada el 23 de agosto de 2009, en línea: http://www.questia.com/PM.qst?a=o&d=112861604. Aunque la idea del equilibrio puntuado fue introducida con anterioridad, empezó a ser muy influyente con la publicación del histórico artículo de Niles Eldredge y Stephen Jay Gould, "Punctuated Equilibria: An Alternative to Phyletic Gradualism," en T. J. M. Schopf, ed., Models In Paleobiology (San Francisco: Freeman Cooper, 1972), 82-115, esp. 85-90; citado 26 agosto de 2009, en línea: http://www.blackwell-publishing.com/ridley/classictexts/eldredge.pdf; véase también, Coffin et al., Origin by Design, 258-271.

21Michael Denton, Evolution: A Theory in Crisis (3d rev. ed.; Bethesda, Md.: Adler & Adler, 1986).

22Véase Roth, Origins, 332-333; Jonathan Wells, Icons of Evolution: Science or Myth? (Washington, D.C.: Regnery, 2000); Coffin y col., Origin by Design, 393-394; Bert Thompson, Creation Compromises (2d ed.; Montgomery, Ala.: Apologetics, 2000), 50-71; citado el 25 de agosto de 2009, en línea: http://www.apologeticspress.org/pdfs/e-books_pdf/cre_comp.pdf