El diluvio del Génesis en el nuevo testamento y en las tradiciones antiguas

Prof. Carlos F. Steger

¿Por qué es importante el diluvio del Génesis?

La trascendencia del diluvio se percibe en el dramatismo de la actuación divina y en las consecuencias que la catástrofe tuvo sobre la Tierra, los seres vivos y la humanidad. De manera resumida, el diluvio del Génesis,

  • Ofrece un notable ejemplo de fe salvadora.1
  • Es una demostración de la protección providencial para con los justos ante Dios.2
  • Señala las condiciones morales previas al diluvio como previas a la segunda venida de Cristo.3
  • Ilustra las consecuencias del pecado.4
  • Ofrece una explicación racional de la abundancia de evidencias de vida prehistórica en la tierra.5
  • La negación del diluvio es propia del tiempo del fin.6
  • Garantiza la destrucción final del mundo por fuego.7

El testimonio del Nuevo Testamento

Algunos creyentes en la Biblia cuestionan la autenticidad de los primeros once capítulos del Génesis, incluyendo el relato del Diluvio. Estos creyentes se enfrentan con el hecho de que existen numerosas referencias a este evento en el Nuevo Testamento, pues tanto Jesucristo como los apóstoles reconocieron el Diluvio como histórico y consideraron a Noé como un personaje que había existido realmente. En este sentido, ¿quién puede asumir la autoridad como para negar el relato del Génesis?

Para los autores de las siguientes citas el Diluvio había sido un hecho histórico así como Noé había sido un personaje real y no mitológico o legendario. En la Tabla 1 se presentan algunas de estas referencias del Nuevo Testamento a los eventos o personajes del Génesis:


El testimonio de las tradiciones de los pueblos nativos alrededor del mundo.

El estudio de los eventos del pasado requiere la verificación de dichos eventos. ¿Como podemos verificar la certidumbre de un evento si éste no se puede reproducir? En el caso del diluvio podemos estudiar las rocas y la superficie terrestre en búsqueda de pruebas para tal suceso catastrófico. Pero también podemos hacer uso de los registros escritos y no de las tradiciones de diversos pueblos que han poblado las regiones del planeta. En el folklore de los pueblos nativos se encuentran tradiciones que guardan una interesante similitud con respecto al diluvio. Al respecto, dice el Dr. J. Riem: “Entre todas las tradiciones ninguna es tan general, tan extendida sobre la tierra,... como las tradiciones del diluvio ... porque a la base de todos los mitos, particularmente mitos naturales, hay un hecho real.8 Como ejemplo citaremos algunos autores que han recopilado registros relativos a un diluvio en el pasado en las tradiciones de pueblos nativos de todos los continentes.

Hasta donde hemos podido investigar, el autor que más extensamente se ocupa de las tradiciones del diluvio es Sir J. G. Frazer. Este autor las agrupa por regiones geográficas analizándolas y mencionando sus coincidencias y discrepancias, para extenderse finalmente en el interrogante del origen de las mismas, ya que descarta el relato bíblico como inspirado. En general las atribuye a catastróficas inundaciones locales provocadas por avalanchas, torrentes, ríos y lagos, o a impresionantes tormentas marinas. Estas catástrofes habrían dejado una impresión duradera en quienes las sobrevivieron, dando lugar así a las conocidas tradiciones.9

El investigador alemán Dr. R. Andree cita 88 diferentes tradiciones. De ellas, 20 son de origen asiático, 5 europeas, 7 africanas, 10 de Australia e islas del Pacífico y 46 americanas. Todas ellas coinciden en:

  • Que hubo una destrucción universal de seres vivos por agua.
  • Que hubo un medio flotante de salvación (balsa, bote, arca, jangada, canoa...).
  • Que algunos seres humanos fueron salvados de la destrucción.
  • Que la actual debilidad de la humanidad es consecuencia del diluvio.10

Rene Noorbergen describe una cantidad de tradiciones interesantes de los cinco continentes relativas al diluvio. Entre ellas menciona una leyenda china según la cual toda la población desciende de ocho personas que sobrevivieron una gran inundación. Lo notable es que la palabra china por barco en caracteres antiguos, es un símbolo de un bote y ocho bocas. Según otra leyenda china el antepasado más antiguo era Nu-wah (¿Noé?). Y una leyenda hawaiana nombra al hombre justo Nu-u. Según este mismo autor se han descubierto en el oriente más de 30 leyendas del diluvio, y 46 en Norteamérica.11

Alfred Rehwinkel menciona a otros autores que enumeran las tradiciones acerca del diluvio de diferentes pueblos nativos. Además se espacia en narrar los detalles de diversas tradiciones similares al relato bíblico en una cantidad de pueblos. También dedica varias páginas a la reproducción del poema Metamorphosis del poeta latino Ovidio, el que habla de la creación y el diluvio, para reproducir finalmente el conocido poema épico babilónico Gilgamés. Este último tiene cierta similitud con el relato bíblico en varios detalles, aunque es considerado un texto mitológico.12 El mismo poema es presentado y analizado in extenso por Alexander Heidel, haciendo un detallado paralelismo y análisis con el relato del Antiguo Testamento.13

Daniel Hammerly Dupuy, dice haber coleccionado 97 tradiciones de Sudamérica, 22 de Centroamérica y 99 de Norteamérica. Un total de 218 tradiciones diluviales solamente en los dos continentes americanos.14 Ariel Roth afirma que se han registrado unas 270 historias alrededor del mundo sobre un diluvio.15 Varios otros autores contemporáneos han escrito también a las tradiciones de un diluvio universal, haciendo resaltar su importancia.16

NOTAS Y REFERENCIAS

Cuando no se la identifica, se usa La Santa Biblia, antigua versión Reina - Valera, revisión de 1960, Buenos Aires, Sociedades Bíblicas Unidas.

  1. Heb 11:7. White, E. G. de. 1955. Historia de los Patriarcas y Profetas. Mountain View, Pacific Press          Publishing Association, p. 82.
  2. Gén 7:1; 2 Ped 2:5. White, 1955, p. 86.
  3. Mat 24:38, 39. White, 1955, pp. 90, 91.
  4. Gén 6:5, 7. White, 1955, pp. 87-90.
  5. Gén 7:21-23. White, 1955, pp. 98, 99, 103, 104. White, E. G. de. 1964. La Educación. Florida. ACES,
  6. 125.
  7. 2 Ped 3:3, 5, 6. White, 1955, pp. 92-94.
  8. Mat 24:37; 2 Ped 3:6, 7. White, 1955, pp. 90, 91.
  9. Riem, J. 1925. Die Sintflut in Sage und Wissenschaft. Hamburg, Agentur des Rauhen Hauses, p. 7. Citado por Noorbergen, R. 1977. Secrets of the Lost Races. Indianápolis, The Bobbs-Merrill Company, pp. 5, 6.
  1. Frazer, Sir J. G. 1992. El folklore en el antiguo testamento. México, Fdo. de Cult. Económica, pp. 66-187.
  2. Andree, R. 1891. Die Flutsagen, ethnologisch betrachtet. Brunswick, Friedrich Viehweg und Sohn. Citado por Rehwinkel, A. M. 1951. The Flood in the light of the Bible, Geology, and Archaeology. Saint Louis, Concordia Publishing House, pp. 129, 130.
  1. Noorbergen, 1977, pp. 5-10. Noorbergen, R. 1974. The Ark File. Mountain View. PPPA, pp. 41, 42, 148.
  2. Rehwinkel, pp. 128-164.
  1. Heidel, A. 1949. The Gilgamesh Epic and Old Testament Parallels. 21 ed. Chicago. The University of Chicago Press.
  1. Hammerly Dupuy, D. 1971. Bajo el signo del terremoto. Lima, Ed. Peisa, p. 401.
  2. Roth, A. A. 1999. Los Orígenes, eslabones entre la ciencia y las escrituras. Florida, ACES., pp. 346-351.
  3. Whitcomb, J. C. Jr. y H. M. Morris. 1988. El Diluvio del Génesis, El relato bíblico y sus implicaciones científicas. Barcelona, CLIE, pp. 118-127. Flori, J. y H. Rasolofomasoandro. 2000. En busca de los orígenes. ¿Evolución o creación? Madrid, Editorial Safeliz,, p. 245.