Bosques Fósiles Hallados en la Antártida

Por Raúl Esperante

El continente Antártico, que ahora está cubierto de hielo en la mayoría de su superficie, estuvo en el pasado cubierto de bosques. Y la evidencia se halla en los numerosos lugares donde los científicos han encontrado árboles y madera petrificada, incluyendo las Montañas Transartárticas.

En el año 2016, el equipo del paleontólogo Erik Gulbranson de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee en Estados Unidos descubrió en la Antártida evidencia de árboles petrificados en rocas correspondientes al Pérmico medio. En la cronología geológica de largas edades, esto corresponde a unos 280 millones de años. Estos árboles eran del género Glossopteris, los cuales eran gigantescos, con gran altura y hojas muy anchas, y quedaron enterrados en ceniza volcánica, la cual permitió su fosilización casi perfecta, incluso a nivel celular. Estos hallazgos son muy importantes en dos sentidos.

En primer lugar, son un ejemplo de lo que los paleontólogos llaman fosilización excepcional, que consiste en la conservación de estructuras, órganos o elementos que no deberían estar fosilizados porque tienden a descomponerse muy rápidamente. En esa categoría se incluyen los tejidos y órganos blandos del interior del cuerpo, la piel, y las células y las biomoléculas. La fosilización excepcional revela estructuras que han perdurado de una manera exquisita.

Hojas de Culmitzschia angustifolia, un planta arbórea que se halla en rocas del nivel Pérmico en localidades europeas.

Los árboles fosilizados hallados en la Antártida muestran características propias de fosilización excepcional. Por ejemplo, las raíces quedaron preservadas en posición de vida, es decir, sujetas al suelo. Gulbranson, especializado en técnicas de geoquímica, afirma en LiveScience que “el material vegetal de estos árboles está tan bien conservado que todavía se pueden extraer los aminoácidos que formaron las proteínas de las células”.[1] Esta declaración resulta sorprendente, pues sigue a dos afirmaciones por parte del autor indicando que los fósiles corresponden a plantas petrificadas.

Evidentemente, los aminoácidos no se petrificaron, y eso es lo sorprendente. Los aminoácidos tienden a racemizarse con el tiempo y finalmente se descomponen y desaparecen. Afirmar que los aminoácidos han quedado preservados durante 280 millones de años es un gran esfuerzo de imaginación científica. En el breve informe publicado en National Geographic, Gulbranson afirma que estos árboles son “de hecho algunas de las plantas fósiles mejor preservadas del mundo. Los hongos de la propia madera probablemente se mineralizaron y petrificaron en cuestión de semanas, en algunos casos quizás mientras los árboles aún estaban vivos. Estas cosas ocurrieron increíblemente rápido. De haber estado allí, podríamos haber presenciado todo el proceso”.

Estos hallazgos ponen seriamente en duda las largas edades radiométricas, concretamente que estos árboles petrificados de la Antártida tengan 280 millones de años.

En segundo lugar, los investigadores indican que estos árboles extintos de Glossopteris indican un clima antártico mucho más cálido en el pasado, muy distinto del que reina actualmente en las Montañas Transartánticas. Estos datos podrían encajar en el modelo de destrucción catastrófica del Diluvio del Génesis.

No sabemos cómo eran los continentes después de la Creación (Génesis 1) y antes del Diluvio Universal. No sabemos dónde estaban esos continentes situados en el planeta; si todos formando una única masa o en fragmentos de tierra separados. Tampoco sabemos apenas nada acerca del clima antediluviano. Lo que sí podemos afirmar es que estos hallazgos de plantas tropicales y semitropicales en la Antártida muestran que en el pasado ese territorio, aún sin poder confirmar su posición geográfica exacta, tenía un clima mucho más caluroso que el actual que permitía el crecimiento de árboles.


REFERENCES

[1] Pappas, S. 2017. 280-Million-Year-Old Fossil Forest Discovered in ... Antarctica. LiveScience, accedido en https://www.livescience.com/60944-ancient-fossil-forest-discovered-in-antarctica.html el 30 de marzo de 2018.

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